Crisis en los museos...crisis en los públicos...
- catedrahistoria6
- 21 jun 2022
- 3 Min. de lectura
La noticia del inminente cierre del Museo de Arte Religioso de las Conceptas de Cuenca, Ecuador se suma, tristemente, a la situación de otros museos locales.
El Centro Histórico de Cuenca fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad en diciembre de 1999 y quizá está declaratoria se imaginó como una meta en lugar de un punto de partida. Al entusiasmo por esta designación ha seguido una marcada abulia ciudadana, y quizá diríamos que también de política pública, precisamente cuando el estado intenta cambiar los modelos de gestión de la cultura.
¿Qué explica la situación de crisis?
Más allá de lo que puedan decir algunos, la responsabilidad es compartida entre los museos, los gestores políticos y la ciudadanía.
Veamos algunos elementos que describen la crisis:
1. Los museos deben innovar en sus propuestas, investigar, publicar, generar interés entre nuevos públicos. Un museo en Cuenca debe ser más que un repositorio de bienes, que a veces ni siquiera están bien cuidados. Debería ser un ente dinamizador de la cultura, un espacio en el que salte la chispa de la cultura entre los jóvenes y los niños, desarrollar planes anuales coherentes (y rendir cuentas sobre ellos), presentar exposiciones novedosas en contextos más amplios que involucren a la población local. Para ello se necesita gente dinámica y bien preparada, apoyo financiero, compromiso de los entes locales y de la empresa pública, apoyo del Ministerio de Cultura.
2. La actividad cultural, entendida en un sentido muy amplio, no es espontánea ni se desarrolla en forma permanente sin apoyo externo. Se ha creído con frecuencia que la ciudad histórica, su riqueza cultural tradicional, su fama de ciudad culta, es garantía suficiente de futuro ¡No es así! Por el contrario se necesita apoyo, planificación y políticas culturales concretas y a largo plazo. Se nos dirá que todo esto existe, pero esta claro que más allá del compromiso de unos pocos, el tema de la cultura cede ante cualquier otro interés.

3. Público...si bien la tarea de los museos no se orienta en forma exclusiva a un público (hay otros compromisos) su ausencia es un síntoma profundo de crisis. La gente no va a los museos, estos no forman parte de su rutina, no son un elemento imprescindible para la vida. Esta es responsabilidad de los museos de Cuenca, pero por igual muestra de desidia. Al viajar, se dice, debe uno visitar la ciudad, sus museos y sus mercados, y por supuesto compartir con la gente. Al vivir en una ciudad, como Cuenca, debemos por igual mantener nuestro interés por la ciudad, por los museos, los mercados y las personas...parece sin embargo que no es así. Un ejemplo apropiado es el que viene de la música. La Orquesta Sinfónica de Cuenca es ahora más profesional, su calidad técnica es excelente y los repertorios que presenta son variados e interesantes, sin embargo los públicos locales escasean mientras que los residentes extranjeros disfrutan de las interpretaciones. Querríamos ver en los museos, y en los conciertos, a esos maravillosos abuelos que en esta generación dedican tanto tiempo a los niños, a los padres que están encargados de formar a los hijos como personas plenas y a los jóvenes (¡Algunos si van!) apartándose del adocenamiento diario.
Ojalá se pueda entender que un Museo es un ente vivo que necesita permanentemente ayuda y que debe asumir compromisos ciudadanos claros. De otra forma deberemos contentarnos con las fotos en las redes sociales.
05 de Septiembre 2013.
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